En nuestro país (El Salvador) no fue sino hasta este mes de febrero/10, que se aprobo sancionar con multas de $57.00 a todos los que sean sorprendidos hablando por teléfono celular mientras conducen sus vehículos.
Antes de que esta ley fuera aprobada, manejaba y hablaba por celular a la vez, con libertad
-aunque consciente de que era un riesgo hacerlo-... la ley no me quita la facultad o capacidad para seguirlo haciendo, pero me lleva a la reflexión de que: aunque puedo, no debo hacerlo, porque esto me hace infringir la ley...y como consecuencia llevaría el castigo (pagar la multa).
Meditaba en mi vida cristiana, en lo espiritual y encuentro que es así como obra la ley de Dios, que lleva al hombre a una conciencia plena de que sus obras son malas y nos confronta con nuestra naturaleza pecadora no para avergonzarnos, sino para mostrarnos su Gracia:
En lo que atañe a la ley, ésta intervino para que aumentara la transgresión. Pero allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia, (Romanos 5:20)
Conducir y hablar a la vez, siempre ha sido un peligro, ahora sigue siendo un peligro que trae una sanción, que haremos con esta ley? ... Así mismo, Conocer a Jesús y no obedecer sus leyes es un "peligro" que igualmente traera castigo:
Los que conocen la ley serán juzgados de acuerdo con esa misma ley. Los que no la conocen, y pecan, serán castigados aunque no conozcan esa ley. (Romanos 2:12)
Tanto en lo natural, como en lo espiritual, concluyo que la decisión es nuestra:
Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción;
mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
(Galatas 6:8)
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